martes, 9 de marzo de 2010

LOS BLOQUES LÓGICOS

Para el trabajo pedagógico con el estudiante ciego y los demás niños en el aula regular el maestro puede utilizar los bloques lógicos creados por Z. Diennes. Los bloques lógicos permiten, tanto al niño ciego como a los niños videntes, realizar operaciones lógicas como las clasificaciones aditivas y multiplicativas. Puede el niño ciego, también, construir secuencias lógicas con dichos bloques atendiendo a los cuatro atributos de los mismos incluyendo el color. Para que el niño ciego participe de todas las actividades programadas por el maestro regular con los bloques lógicos es necesario hacer algunas adaptaciones a éstos. Se puede, por ejemplo, hacer una muesca circular sobre las caras que determinan la forma de los bloques azules; una muesca en forma alargada identifican a los bloques rojos; los bloques sin marca alguna serán los amarillos. Con éstas adaptaciones a los bloques lógicos el niño ciego podrá trabajar en grupos con sus compañeros; incluyendo aquellos ejercicios en los que intervenga el atributo del color. El maestro regular deberá asegurarse de que el niño ciego participe activamente en los grupos de trabajo. A medida que el niño ciego va estructurando su pensamiento, el maestro regular deberá exigirle que dé explicaciones a sus acciones a fin de explorar el pensamiento del niño; de conocer el porqué de sus respuestas.

El niño ciego, por tanto, debe ser iniciado en las operaciones lógicas de clasificación con los bloques lógicos desde muy temprana edad. Se trabajará primero con el niño las clasificaciones aditivas, es decir, teniendo en cuenta un solo atributo de los bloques. Luego, las clasificaciones multiplicativas, o sea tomando dos o más atributos de los bloques. El manejo eficaz de las clasificaciones multiplicativas ayudará al niño ciego y a los demás niños de la clase a comprender las operaciones de intersección y unión de conjuntos. Los diagramas de Venn elaborados en alto relieve (tejidos sobre una tela gruesa resistente) son de gran ayuda en el trabajo pedagógico con niños ciegos integrados en el aula regular.

Los niños ciegos también pueden ser orientados por el maestro regular para realizar secuencias lógicas con los bloques creados por Diennes; atendiendo a las diferencias de atributos entre ellos. El maestro puede reunir a los niños en pequeños grupos y pedirles inicialmente que construyan una secuencia con los 48 bloques en la que cada bloque se diferencie del anterior en un atributo escogido libremente por el niño. Poco a poco se aumentará la complejidad de éstos ejercicios disminuyendo gradualmente el número de bloques y aumentando la diferencia de atributos entre los mismos en las secuencias. Particularmente he realizado éste trabajo con bloques lógicos con niños ciegos de primaria y secundaria en el aula especializada con muy buenos resultados. Considero, sin embargo, que lo más importante sería que el maestro regular efectuara éste trabajo en su aula. Los documentos "Los Bloques Lógicos" y "Cómo Utilizar los Bloques Lógicos" tienen para el maestro las orientaciones básicas para el uso de éste material. La inventiva del maestro, no obstante, su creatividad será lo que le permitirá el manejo eficaz de éste excelente mediador que desarrolla el pensamiento lógico – matemático del niño ciego.

Algo que debo aclarar respecto a la adaptación hecha a los bloques lógicos, es que ésta no tiene como objetivo que el niño ciego conozca los colores. Mas bien, el fin único es que el niño ciego, como dije previamente, participe de todas las actividades programadas por el maestro regular con dichos bloques, incluso, en las que interviene el atributo del color.

viernes, 8 de enero de 2010

Cómo aprende la matemática el estudiante ciego

CÓMO APRENDE LA MATEMÁTICA EL ESTUDIANTE CIEGO?
Las matemáticas son consideradas como una herramienta intelectual potente que proporciona privilegios y ventajas intelectuales a quienes son capaces de dominarlas. Algunos profesores de matemáticas afirman que es utópico pensar que el estudiante ciego pueda alcanzar un dominio siquiera aceptable de las matemáticas ya que la carencia de visión impide, al individuo que la padece, adquirir un conocimiento completo de las cosas. Quienes así piensan, posiblemente desconozcan que sólo en el interior de cada ser humano habita la verdad y que la persona ciega también puede ser capaz de interiorizar complejas representaciones de lo abstracto matemático puesto que para la razón cognitiva humana lo más importante es el concepto intelectual o imagen conceptual que cada individuo se forme de las cosas y no la aparente imagen formal de las mismas.
Si se le brinda la oportunidad, el estudiante ciego puede escoger el camino mas apropiado para él de acuerdo con su vocación. Para muchos ciegos, la vocación por el arte ha sido algo así como una redención; una forma de supervivencia. Esto no significa, sin embargo, que no hayan existido, existan o, sigan existiendo ciegos con alguna vocación científica y deseosos, al igual que Newton, de iniciar una travesía por el mar de la ignorancia en busca de la verdad objetiva de la ciencia. El niño ciego que llega a la escuela, como los demás niños, es también un científico en miniatura, un potencial amante de la ciencia y como tal hay que verlo y orientarlo intelectualmente en el camino que él libremente escoja de acuerdo con su vocación.
Éste pequeño científico ciego que llega a la escuela, sin embargo, sólo acude a sus disposiciones intuitivas ya que carece de un pensamiento estructurado que lo pudiera elevar a la categoría de científico. El carácter intuitivo de la mente infantil hace que el niño ciego cometa muchos errores; pero, a medida que su pensamiento se va estructurando, estos errores se reducen considerablemente. Se hace necesario, por tanto, potenciar el pensamiento lógico – matemático del niño ciego desde muy temprana edad teniendo en cuenta que la lógica es la ciencia de las leyes del pensamiento.
Una enseñanza verbal de la matemática, sin embargo, no es suficiente para potenciar el pensamiento lógico – matemático del niño ciego; sólo con la ayuda de mediadores se puede lograr éste objetivo. Para el trabajo pedagógico con el estudiante ciego y los demás niños en el aula regular el maestro puede utilizar materiales como: bloques lógicos, creados por Z. Diennes, regletas de Cuisinaire, ábacos abiertos, bloques multiusos, geoplanos, regletas para fraccionarios y muchos otros que transformarán la clase de matemática en una serie de actividades lúdicas. Usando estos materiales con la orientación del profesor, todos los estudiantes de la clase, incluso el niño ciego, podrán aprender significativamente los conceptos, relaciones y operaciones de una ciencia tan compleja como la matemática.